MAX AUB, el hombre para todo

He tenido la oportunidad y el privilegio de participar en un congreso sobre Max Aub y las artes, en la Universidad Autónoma de Madrid. Mi presentación, el 27 de noviembre, fue sobre “Max Aub y Sierra de Teruel – L’homme a tout faire“.

Un claro ejemplo de su decisiva contribución al rodaje de Sierra de Teruel, queda reflejado en la Secuencia IX, rodada principalmente en Tarragona (salvo unos primeros planos en la calle Montcada de Barcelona).

En ella, unos voluntarios republicanos que quieren salir de la ciudad para dar apoyo a un pueblo amenazado por las tropas franquistas, deciden estrellar un coche contra el cañón que les cierra la salida.

Se buscó un chófer que pudiera saltar en el instante antes del choque. Se ofreció uno que dijo trabajar en el circo. Otra condición del guión, a petición de André Malraux, era que en el coche hubiera un perro (que debía morir en el choque).

Salió raudo el vehículo, pero se estrelló en la primera curva. El conductor dijo que él era funambulista, que podía saltar, pero no sabía conducir. Así que hubo que reemplazar el coche por otro que fue a buscarse a un depósito de desguace situado en la plaza de toros de Tarragona. Se encontró uno parecido, pero sin motor. Por lo tanto, hubo que empujarlo hasta la pendiente que conducía al arco de salida donde estaba el cañón.

Pues bien, en las fotos que siguen, vemos a Max Aub discutiendo el guión con Malraux, empujando el coche e incluso agachado en el asiento trasero del mismo, agarrando al perro por sus patas traseras (éste, finalmente, saltó antes y no murió en la escena).

Sí: L’HOMME A TOUT FAIRE. Según muchos colaboradores, sin Max Aub no hubiera podido rodarse la película que simboliza, como dijo él mismo “la búsqueda de la libertad, por el camino siempre áspero de la justicia”.

Gracias Max, por este legado.