¿BAILAMOS LA YENKA? (juntos, por favor)

Inicio aquí una serie de artículos sobre la necesidad de una confluencia de esfuerzos entre las fuerzas políticas y los colectivos sociales que aspiran a una transformación de la sociedad.

LA YENKA

Se han puesto de moda los planteamientos “transversales” que abominan de la antigua distinción entre derecha e izquierda. Al respecto, me permito alguna reflexión:

Hace unas décadas, unas melodías ramplonas y simplistas nos instaban a desplazarnos “izquierda, izquierda; derecha, derecha; delante y atrás…”[1] Hoy en día, incluso en el discurso de grupos considerados alternativos, estos términos son denostados. “No se trata de izquierda o derecha, ya que nuestro movimiento es transversal”, dirán. Bueno, no seamos nostálgicos. Así que quedémonos con el “delante y atrás”. Hay unas fuerzas que nos empujan hacia atrás, para retroceder en las YENKA 1libertades y bienes sociales conseguidos con esfuerzo, y otras que luchan por conservarlos (curioso, ¿estos son los “conservadores”?), y entre ellos, unos pocos que, oteando el horizonte, susurran: “adelante”, vamos un poco más allá. Para terminar con la metáfora, queda el último movimiento, en el que el cantante nos invitaba a saltar sobre el mismo punto: “un, dos, tres…”. Posiblemente sea ésta la situación de tantos y tantos ciudadanos y ciudadanas perplejos ante el caos democrático, donde ya nada es lo que parece, donde el significado de las palabras se retuerce cual pescuezo de ave, y los que sí son lo que parecen (en especial los corruptos), campan a sus anchas. Es una labor de años, de penetración sutil o zafia en los medios de comunicación y también en los judiciales y la administración pública. Una vez conseguido, y empujada la masa “atrás, atrás”, sólo cabe tenerla entretenida, saltando de susto en susto, de placer inconcluso en placer inconcluso: “un, dos, tres”.

No pretendo emular a Bobbio[2] ni las acertadas reflexiones de Ramoneda[3]. Simplemente, hay una fuerza que empuja hacia atrás en beneficio de unos pocos (derecha para entendernos), y otra que intenta frenarlo, e incluso empujar un poco más allá de lo conseguido previamente (que a falta de otra sugerencia me permitiré seguir llamando izquierda). Bernanos[4] lo vio también así, décadas antes del lanzamiento del ritmo que sirve de título a este artículo. No es preciso analizar el léxico político, simplemente quisiera incitar a la reflexión sobre la situación, y ver de pergeñar algunos trazos que dibujen una acción conjunta, más eficaz y duradera, de los que se niegan a seguir el juego de una oligarquía que posee casi todos los resortes de poder, y se refuerza y enriquece cada vez más con ello.

Si antes se hablaba de “dos bloques”, (que podríamos asimilar a lo que ahora se consideran “movimientos sociales”), en la actualidad sólo queda uno: el movimiento neoliberal, frente al qué no existe por ahora ningún movimiento capaz de plantarle cara, pues como dice Josep Ramoneda: “La crisis nos ha revelado una sociedad fracturada lejos de los dos bloques que se habían perfilado en el pasado. Las clases medias que parecían ser la amplia mayoría estabilizadora de la sociedad, han aparecido seriamente mermadas, partidas por la mitad, entre los que han conservado el trabajo y están asfixiados a impuestos, y los que lo han perdido y están al borde del abismo”[5].melee 3

La tarea de recomponer la melé para que empuje con un mínimo de coherencia y posibilidades de éxito es ingente. El no poner el hombro junto a otro hombro es una irresponsabilidad que pagaremos durante décadas.

 

 

 

[1] https://www.youtube.com/watch?v=TR5xot0D-So

[2] BOBBIO, Norberto. Derecha e izquierda. Madrid, Punto de lectura. 2000

[3] RAMONEDA, Josep. La izquierda necesaria. Barcelona, RBA. 3ª ed. 2013.

[4] Ya en 1938, dijo: “La guerra de la desesperación, coartada sangrienta de los partidos reducidos a la impotencia, incapaces de crear nada, unos opuestos a toda vuelta atrás, otros a toda marcha hacia delante, pero unos y otros incapaces de definir o simplemente, de concebir el atrás y el adelante”. BERNANOS, Georges. Los grandes cementerios bajo la luna. Barcelona, Ed. Lumen. 2009. Pág. 74.

[5] RAMONEDA, Josep. Podemos y la unidad popular. EL PAÍS. 30.12.2014. Cataluña, pág. 2.

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