LIQUIDACIÓN POR DERRIBO
Estamos de rebajas. Cada vez se ve más claro el expolio. La única duda que me asalta es si con su ineptitud manifiesta, no se habrán pasado de velocidad y ahora no hay quien pare el proceso. Lo que ahora comentaré sirve igual (las gestionan primos hermanos) para España como para Cataluña. En los dos, los gobiernos sonrien mientras la gente llora.
El plan era claro: Desgastar con una actitud negativa al partido en el gobierno (cosa fácil ante su pobre capacidad de gestión y su miedo cerval a molestar a los poderosos), y una vez conseguido el poder, seguir degradando la situación, con el fin de atemorizar (y a fe que lo han conseguido) a la población, no sólo con la gran arma del paro, sino también con la endeblez del sistema dónde la mayoría guarda sus menguantes recursos. Bien, hasta aquí nada que difiera de la táctica habitual.
Pero había más. El truco no está sólo en dominar a la gente, hay que sacarles hasta el último cuarto. Hasta Aznar, quién lo iba a decir, se quedó corto en su voraz ansia de esquilmar los bienes públicos (Telefónica). Durante los años de bonanza, se habían generado numerosos negocios públicos y servicios rentables que ahora se tenían que pasar a bolsillos privados. También lo de siempre. ¿Pero cómo se consigue un buen precio? Degradando la imagen de la mercancía, aún a sabiendas de que su valor, en el futuro, volverá a ser alto. Valor material (bancos) o social (medios de comunicación, sanidad, educación). Para ello, hasta se ha puesto el mayor esfuerzo en degradar hasta la imagen del Banco de España, de los enseñantes y en general de los funcionarios. Poco importa que dando una imagen tan patética de España, se haga subir la prima de riesgo; es parte del juego. ¿Quién la compra esperando cobrar intereses nunca soñados? Los mismos que están haciéndolos subir, en paralelo a bajar la estima y la autoestima del país. Luego, cuando se toque fondo y se vuelva a pasar la pelota a alguna opción centrista, en el juego bipartidista que viene del S. XIX, los sacrificios de la población se alargarán y agravarán más y más para satisfacer la deuda. Bien, así estarán entretenidos y trabajarán dócilmente, los que puedan. Sudarán para generar nuevos negocios y servicios que, una década después, una nueva derecha, la de siempre, volverá a privatizar para sus amigotes. Nada nuevo bajo el sol.
