LA REVOLUCIÓN CON RED

No digo “en”, sino “con” red. Me da la impresión de que los líderes de las formaciones soi-disant de izquierdas (a saber), se están acostumbrando tanto a las volteretas de trapecio electoralista, que no se dan cuenta que debajo cada vez va quedando menos gente, de aquella que les podría acoger con los brazos abiertos. El espacio circense sigue dominado por los depredadores de siempre; debajo de los trapecios están los leones y las hienas. Y eso va para largo, más allá de una o dos legislaturas.
circ 1Lo que en las alturas se está cociendo está siendo, desde siempre, salpimentado por la oligarquía consuetudinaria. Aquella que no se ve pero se toca. Sí, la que toca los hilos para que los “pinitos del oro” de la derecha política, meros títeres, vayan recortando, apretando pero no ahogando (nos necesitan vivos y productivos), a la ciudadanía.
La prensa, la televisión, y tantos medios subliminales, han imbuido al público de la idea que, dado que son los únicos trapecistas expertos, deben aplaudirlos (y votarlos). Y los advenedizos izquierdosos, oyendo tales aplausos, creyendo que son también para ellos, siguen copiando maneras y poses circenses.
No digo que esté mal. El circo está y continuará estando ahí. Pero, también digo yo que sería bueno que, al menos aquellos que se han subido a la parra, digo trapecio, pensaran de dónde han salido, en los que les acompañaban en la aventura y que les podrían esperar abajo. Si esta base, esta red, no tiene cuerpo y soltura, no tiene convencimiento y voluntad de perseverancia, el invento puede venirse abajo; el trapecista mediático puede no tener dónde caerse vivo.
Hoy por hoy se precisan trapecistas de izquierda, es lo que hay. Pero dado que no van a poseer nunca el circo; que a lo sumo lograrán desbancar algún competidor inepto (haberlos ahílos), no deben perder aquel afán pedagógico, comprensivo, aglutinante, que mostró la izquierda en los pocos momentos en los que asomó la patita. Se quede segundo, tercero o quinto en el juego por el poder, se precisan los cuarteles de invierno para reparar músculos. Elecciones las habrá siempre, espero. Y será en el caldo de cultivo de la micro-actividad, de la cooperativa, del colectivo vecinal, del empeño del grupo cultural; en el día a día insistentemente generador de inquietudes éticas, divulgador, que se conseguirá la fuerza suficiente para volver a subir. No imitando a la derecha que de dar volteretas sabe mucho más que nosotros, sino convenciendo a los de las gradas para que pasen a la arena, con la certeza de lo que se ha hecho en el suelo servirá para todo el país.
Señores políticos de izquierda: piensen en la red. Sólida, entrelazada, sin rotos ni exclusiones. No por miedo a caer, sino como trampolín dónde rebotar, las veces que haga falta, hasta conseguir un mundo más justo y solidario, que no otra cosa es ser de izquierdas. ¿Verdad?

About: antoni


Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà.

Aquest lloc utilitza Akismet per reduir els comentaris brossa. Apreneu com es processen les dades dels comentaris.