¿CHAPUCEROS?

No pueden ser tan chapuceros. No.  En un viernes caótico, hace una semana, las declaraciones de Montoro y la oportunidad de la declaración del rescate de Valencia (recibida con una sonrisa enigmática por la vicepresidenta Soraya) han hundido más si cabe el país. No, no puede ser ineptitud o casualidad. Los Santander, Endesa, Telefónica, el Opus, los Legionarios o Esade no los escogen así. Debe haber algo más.

Según mi teoría (teoría, ¿eh?) este algo es la voluntad de privatización de todo lo que sea rentable y la destrucción de cualquier capacidad de reacción. Cuando más hundido esté un país, más fácil y más justificado será pasar las empresas públicas rentables  a manos privadas, y a precio de saldo. Cuando más atemorizada esté la gente, cuando más difícil les sea mantener el puesto de trabajo, más callará. Y para que esto dure, es preciso reforzar el dominio ideológico en los centros de generación de opinión, medios de comunicación, así como el ámbito judicial, el policíaco y tantos otros. No todo es economía. Una vez alcanzado el poder absoluto podrán menospreciar la cultura, atacar las minorías, desprestigiar a posibles futuros adversarios electorales, incluso podrán degradar hasta niveles irrecuperables el carácter democrático de las Cortes (¡Ay, los decretos leyes, las comisiones aguadas, las ausencias y los silencios…). Y así podrán seguir durante años. Así, el interés por cortar con la crisis (inversión productiva) no es tan activa como debiera, porqué necesitan tiempo para actuar en los tres ámbitos: Gestión de la crisis para mantener el temor; Privatización de empresas rentables, y finalmente, control ideológico del país. ¡Esto sí que es un programa y no las mentiras de Rajoy!

Quizá algún día salgamos de ésta. Quizá se consiga un Parlamento y un Gobierno con las ideas claras o con un mínimo carácter honesto para hacerlo. Pero gran parte de las distribuidoras de agua, de las funerarias,  de los ferrocarriles, las autovías y tantos otros activos de la sociedad estarán ya en manos de cuatro. Cuatro que no habremos visto, porqué simplemente no habrán dado la cara, utilizando a sus esbirros. Y tampoco lo podremos analizar, porqué costará mucho recuperar a los medios críticos de difusión.

No, no son tan ineptos como parece.